viernes, enero 26, 2007

La parca, como un iglú derritiendose.

Consumo
con sumo cuidado
los asteroides que mana tu boca
Pesados como náufragos mentales, densos asteroides
como la forma de la luz.

pero estamos en el bosque y nada me importa
te escucho
zen
y callo, soy mi propio monaguillo desterrado
sin la cruz donde ir a morir
ni los pies lavados donde suplicar encantos
o milagros de pan y manteca
a media tarde.

luna luna mordida entre dientes salpicados con olor a libertad

y mirame, reite un poco
estoy sin fuerzas y esta ruleta nunca da cero
el numero del milagro
las apuestas estan en el pasto, sobre los hormigueros
pero claro, tu fantasma no puede abrir los hoyos
ni enterrar los tenedores

tu fantasma, como una gargola que sueña un preso perpetuo
es sucia, un encanto no magico me atrapa en la realidad

y nisiquiera te gustaban mis licuados de melón y leche
ni mis textos: furiosas letras de autopsias mundanas.