La Rana

unicamente bucear
en maderas aguas del cajon de visiones

hoy, que no puedo escribir nada digno

de leer -me


enfrento con corta distancia este ambito impalpable

buscando ganarle por al fuerza

pero esa no es la solución.



-me gusta llorar-

no se lo digas a nadie
y me gusta no poder en este momento
entrar a las visiones


esto me hace bien en un punto
y mal en otro.


me hace ver que jamás podría destacarme escribiendo

que todos los poetas todos ellos estan muertos

y que solo quedan vivos algunas personas que podrian serlo

que escriben realmente bien.


y con jamàs digo, jamàs, aunque quizas publique algunas pocas cosas leibles.

ese no es mi miedo, el miedo es la puerta, la de roble imaginario

el miedo es que todo mi mundo sea imaginario

que todos los lugares en donde recurro para extraer cosas
y escribirlas, sean imaginarios. lo son, pero

nada mas?


NADA MAS?


es por eso que busco otras salidas, comprarme un bajo

o dibujar un bebé carozo con una antena que le sale de la cabeza
y que emite formas negras de elefantes sin trompa
con ojos de vejigas y una explosion que no se disipa en la oreja
y, abajo del bebè, a dios comiendo una naranja y abajo de dios
una abertura, por donde sale un pollo, llorando como alguien que se le murió un hijo.

o realmente saber que nunca saldré del restaurant y serè un experto en

conejos, truchas, aves y abadejos.


y arrastro y arrastro mis dudas que chorrean la sal que ya no puedo consumir
una musica nostalgica suena a voz femenina y una parte de mi llora
entonces me voy a dormir con miedo al panico, entrando al sueño, todo lo conseguible
esta ahi, si despues de morir iriamos a los sueños toda esta vida tendria sentido

te juro, juan jose ciet, que todo seria distinto.


todo.